¿Quién esperas ser? ¿qué te anima a luchar todos los días? a intentar alcanzar tus sueños, tus metas, tus fantasías.
Desde que la luz del sol se cuela por ventanas y baña tu mirada, hasta que la luz de la luna se acuesta en tu almohada, donde rompes con el sueño, despiertas con firmeza y te dices, esta es, es por fin la buena. Conduces tu primer "Hola" y consigues esa primera sonrisa, esa que sabes que te sale del alma.
Saber que es tu momento, el nacimiento de algo que te impulsa y estalla muy adentro, aquello por lo que poder volar, levantar la vista y descubrir metros atrás, que todo aquello que te mantiene preso, anclado al suelo, asfixiado por dentro, se ha quedado muy lejos, enterrado en el recuerdo.
Coger aire limpio, tan puro que borre toda cicatriz que te ha puesto la vida, mezclándote con el cielo, sabiendo que ese es tu verdadero hueco, el de ser algo más que un simple susurro que se confunde en el viento. Es el instante en el que tu oscura sombra te abandona, te deja enteramente libre de celdas y mazmorras, ya no eres presa de nada, y por fin atesoras una vida completa y llena, de ilusiones, de nuevas sensaciones, sentimientos, ideas y advenimiento al firmamento, del que serás miembro por el fin de los tiempos.
Lucha por tu felicidad, gánate la libertad y serás quien tú jamás podrías imaginar, serás alguien a quien admirar, pero para ello, nunca, nunca, nunca te olvides de volar.
