martes, 11 de marzo de 2014

Nuevos caminos por recorrer




Bueno hace unos días que se cerró una etapa importante en mi vida, en la de cualquier persona que estudia para ser el día de mañana lo que desea, en mi caso informático. Y todo sucedió en la primavera del 2013, cuando me enrolé en una beca de Telefónica, en lo que sería mi primera gran andadura en mi mundo, una beca de excelencia según nos vendieron y cuyo nombre así presumía "Talentum" aunque eso lo he oído y vivido varias veces ya en mi vida, y no es que no sea cierto sino que el resultado es que sino das lo mejor de ti y luchas por lo que quieres, un bonito nombre no va a conseguir que te regalen nada. 
El inicio fue cuanto menos anecdótico, nos concentraron un mismo día a varios talentums y diferentes start ups, para que nos diésemos a conocer ese día y poder unir lazos y juntarnos, pues Telefónica nos cedía a ellas para la formación, en un lugar Área 31 del IE Business School, del cual no conocía nada y del que después descubrí el alto nivel que tenía, puesto que el ambiente internacional, las diversas propuestas informativas, los eventos que ahí se dan, te hacen darte cuenta que en España quedan lugares aún en los que se hacen bien las cosas. Anecdótico el día porque por la falta de información por parte de Telefónica, fui sin saber a qué iba, ni para qué y con la maleta hecha puesto que me iba en unas horas de vacaciones, por suerte pude acabar haciendo ambas.
Me enrolé por mutuo acuerdo, yo les eligí a ellos y ellos a mi, en una start up donde podría aprender cosas nuevas, con continuo apoyo tanto personal como técnico, dicha start up se llama BiDrink S.L. y de la cual mi labor se desarrolló en unos 8 meses de forma idílica, pues aprendía aportaba y trabajaba sin la sensación justamente de ello, de pensar que estaba trabajando, y quizás eso es lo más importante al fin y al cabo, trabajar si, pero hacerlo a gusto. 
Puedo asegurar que esta experiencia ha sido totalmente gratificante para mi, por la gente con la que he podido trabajar dentro: Andrés, Manuel, Rodrigo y Julio me han tratado desde el día 1 como uno más, y eso no tiene precio. Dejo a unos grandes compañeros a los que sin duda les deseo lo mejor y del que el día de mañana confio que nuestro esfuerzo se vea recompensado, aunque sólo el tiempo lo dirá. 
Mi camino ahora toma otro rumbo, de nuevo otra beca, de nuevo con Telefónica pero esta vez ya si en su sede, Distrito C, y con ganas terribles de ver que sucede porque seguramente aprenda cosas nuevas y conozca a gente fantástica, pero como todo en la vida, mi primera vez, esta que dejo ahora, es por seguro la que mejor recuerdo me deje.