jueves, 6 de agosto de 2009

Cautivo de Soledad


Se ha abierto un surco en mi pecho,
del que batan sus alas cientos de cuervos,
con dirección puesta al infierno,
llevando consigo mi preciada alma,
para que sea pasto de las llamas.

Al amparo de verme consumido,
en aquel cruel destino,
me veo nuevamente sorprendido,
por una figura por mi desconocida,
que porta entre sus manos luz divina,
que disipa en las tinieblas,
las sombras que por dentro me devoran.

Rompiendo las cadena que me ataban,
por toda la eternidad,
a aquel tenebroso lugar,
del que nunca querré recordar.

Echa la luz, atisbo a ver la mano,
de quien debo tanto,
y me quedo ensimismado,
cuando descubro un ángel,
como autor del milagro,
que es haberme liberado,
del castigo humano,
que es permanecer siempre atado,
a algo tan lejano,
como es sentirse profundamente olvidado.

Cautivo de soledad,
a la espera de quien pueda reclamar,
de mí vida algo más,
sin tener que volver a empeñar,
el alma en ello jamás.


Para aquellos que de mis letras se alimentan, o ven en ellas algo que les representa, para esos pocos que han puesto sus ojos, en algún que otro relato de los que aquí expongo. A quién pueda interesar lo que en este blog llego a pensar, dejo aquí descansar otro poema más.

1 comentario:

SAMER K dijo...

Cada dia sigues demostrando que estas hecho de otra pasta, que lo que ocultas en sonrisas burlonas y graciosas escondes un alma atormentada que cada cierto tiempo deja mostrar con belleza lo que te ahoga por dentro. Eres grande hermanito, creo que sabes lo que pienso pero nunca esta demas dejarlo aqui reflejado....