viernes, 21 de agosto de 2009

Lluvia del Alma


Las luces de la mañana,
atraviesan ya mi ventana,
dejando sombras en la fachada,
y con ellas el silencio,
precedido por la calma.

Se levanta una suave brisa,
que frágilmente mece las cortinas,
y que con gracia dibujan,
toda clase de figuras,
que mi mente imagina.

Pasa el tiempo sin yo poner remedio,
y descubro que en el cielo,
las nubes ferozmente pelean,
por un mísero hueco,
dejando el color azul,
oscuro por momentos.

Se aproxima ya una tormenta,
que no dará apenas tregua,
a aquellos que no la esperan,
pudiéndose cobrar algo más,
de lo que cabría imaginar.

Habiendo pasado todo un día,
en la más pura melancolía,
se descubre en la noche,
un cielo totalmente estrellado,
y es cuando descubro que de mí,
la lluvia totalmente ha borrado,
el rastro de sentirme olvidado.

Y es cuando puedo observar,
otra vez más el cielo,
sin sentir el oscuro miedo,
que sería de nuevo perderlo,
cobrándose toda vida en el intento.

No hay comentarios: