Precipicio al olvido

Volver de nuevo al inicio,

cuando aún se ve el precipicio,

aún creyendo ver un resquicio,

y te abandona el juicio,

es aceptar que no hay indicios,

que se ha roto el hechizo,

y que quedas cautivo,

de hermosos recuerdos,

de increíbles momentos,

pero que todos ellos,

ya no son más que sueños,

que son tan profundos,

que por siempre serán ocultos.

Continuar cada día,

en busca de la alegría,

no es tarea prontía,

hasta superar la melancolía,

y recuperar esa valentía,

que tiempo atrás creía,

de la que ahora estoy vacía,

por la recién apatía,

de tener que luchar de nuevo,

por algo que haga,

latir lo que llevo dentro,

porque hoy yace muerto.

Superar el mañana,

será no soñar cada madrugada,

será no recordar nada,

será no ser yo,

o serlo sin mi alma,

pero tendrá que serlo,

para abandonar este infierno,

que el tiempo me ha puesto,

seguro por un momento,

hasta encontrar aquello,

por lo que recuperar el aliento,

y sonreír de nuevo,

sonreír por dentro.